1. Los ratos de juegos de tu bebé son la manera perfecta para introducirlo en la diversión que tendrá en el mundo. Comienza colocando con cuidado su barriguita encima de tu pecho. Repítelo 2 o 3 veces al día cuando esté feliz y sonriendo.
2. A medida que sea más grande y fuerte, podrá tumbarse sobre ti durante más tiempo. Aumenta el tiempo que pasa en tu pecho hasta que esté listos para soltarse en su nueva alfombra acuática boca abajo, sobre la tripa.
3. Nuestras alfombrillas son la manera perfecta de que los ratos tumbados boca debajo de tu bebé sean mágicos. Ponlo abajo suavemente y luego acuéstate con él para que pueda ver tu cara. Disfrutando de tu sonrisa, mientras ve los colores y animalitos, desarrollará la fuerza y coordinación necesarias para, cuando esté preparado para usar las manos, sorprenderte empezando a gatear.
4. Aprovechar al máximo el tiempo con el nuevo juego es solo cuestión de saber encontrar el momento adecuado. Elige aquellos ratos en que tu bebé esté descansado, feliz y atento. Inmediatamente después del cambio de pañales es un momento ideal; después de las horas de alimentación, no lo es. Acuéstalo sobre la alfombra y ayúdalo a encontrar a su pez favorito.
5. Si tu pequeño se pone un poco gruñón, es muy importante darle un descanso. Deja la alfombrilla durante un par de días y prueba con una actividad diferente. Cuando vuelvas a sacarla y a animarlo a jugar, no podrá resistirse a subirse a la colchoneta y explorar otra vez su nuevo mundo.